domingo, 21 de marzo de 2010

Kitsch

No encontré muchas definiciones diferentes para la palabra kitsch, pero aquí podéis encontrar matices de esta misma palabra como por ejemplo cuando esta utilizada dentro del mundo de los toros. Que disfrutéis !

La palabra kitsch se origina del término alemán yidis etwas verkitschen. Define al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También se utiliza el término kitsch en un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de muy mal gusto.

Kitsh en tauromaquia [editar]

En la tauromaquia también se ha usado este término. Fue acuñado por Antonio Lorca en una crónica en el diario El País el 13 de abril de 2008: A vuelapluma, se podrían distribuir a los toreros en tres grupos: los héroes venerados por la afición, los artistas de la modernidad y los representantes del "toreo kitsch", que sería algo así como una parodia de la estética, una corriente posmoderna que convierte el clasicismo en pantomima, lo que no es más que la degradación actual llevada al extremo. Una pésima copia de lo que un día fue un espectáculo emocionante y artista, basado en las leyes de parar, templar y mandar. En este grupo mete a toreros como El Fandi, Manuel Díaz "El Cordobés" o Rivera Ordóñez.


Chile [editar]

En Chile la palabra kitsch se relaciona, tanto con el arte vendible y de bajo valor, como con la cultura popular. En el ámbito musical, se considera kitsch escuchar a artistas como Camilo Sesto, Yuri, Juan Antonio Labra, René de la Vega, Pablito Ruiz, Luis Miguel, Lucero, Pandora, Milli Vanilli, Tom Jones, Capitán Memo, Massiel, Myriam Hernández, Julio Iglesias, Supernova, Delfín Quishpe (indígena ecuatoriano) y otros cantantes con éxitos de décadas pasadas. En el ámbito del diseño y la decoración, es kitsch utilizar muebles u otros adornos, como por ejemplo de los años 50 y 60, del tipo vanguardista de aquella época, que en algunos casos han sido modificados o adaptados a la época actual. Además ha habido una serie de artistas dedicados a transformar ambientes y productos de uso cotidiano, con el fin de escapar del diseño postindustrial que refleja la digitalización del arte. En cuanto a la moda, es kitsch utilizar ropa usada (proveniente la mayoría de la Unión Europea, especialmente Alemania) de colores llamativos y diseños con figuras geométricas de distintos tamaños y colores, así como accesorios de carácter vulgar, como aros y pulseras de plástico.

Los colores son el bermellón, el negro, el rosado, los dorados y plateados, junto con las telas de imitación de seda, raso y piel. La influencia del periodo llamado "Del Milagro Económico Alemán" ha marcado profundamente tanto la decoración interior, como la moda y el arte.

México [editar]

En México la palabra tiene un uso limitado al mundo del arte. Su uso generalmente implica definir una obra de arte o un suceso que tiene características vulgares, de mal gusto o popular. La palabra probablemente pueda ser comparada con la palabra naco, pero a diferencia de ésta, lo que se define como kitsch, aunque de mal gusto, adquiere una valoración artística o por lo menos positiva.

Kitsch

Palabra alemana de uso universal.

Cursi, de mal gusto.

Se denomina así a objetos caracterizados por supuesta inautenticidad estética y su formalismo efectista, que persigue una gran aceptación comercial.

El kitsch, como categoría artística, funciona dentro del contexto aristocrático -enjuiciador que determina un “buen” y un “mal” arte... cuanto más productos kitsch hayan, más brillará la apreciación de la autenticidad del arte, como sello de garantía del mismo.

De este modo, se establece que el kitsch no es algo simplemente alejado del arte, sino su antítesis: este estilo posee las características extrínsecas de aquél, pero funciona como su negación.

La esencia del kistch, para los moralistas del arte, consiste en la sustitución de la categoría ética con la categoría estética: el artista o realizador se impone generar no “un buen trabajo”, sino un trabajo “agradable” , dado que lo que más importa es el efecto.

El kitsch, según el concepto común que se tiene del mismo, no pretende ni pide nada más a los espectadores que su dinero, ni siquiera su tiempo (tiempo aplicado a la reflexión de la obra, por ejemplo).

Aunque, aún hoy en día, todavía a la producción de kitsch se le mira en menos, considerándosele una forma de mentira artística, cabe resaltar que los intelectuales se encuentran en un proceso de re valoración de este estilo, preguntándose si existe efectivamente una diferencia real entre arte y kitsch; esto a raíz de, por ejemplo, la constatación de paralelos tales como que las vanguardias funcionan imitando los procesos del arte, y el kitsch imitando sus efectos, y de que el kitsch sería la otra cara de la moneda artística: en una sociedad en la que el único lenguaje estético que reciben las masas está modulado ‘en clave kitsch’, se debe reflexionar profundamente sobre su reivindicación.

De este modo, el “arte” y el “kitsch” comienzan a olvidarse como dos polos opuestos y antagónicos.

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